Todos nuestros productos son el resultado de un meticuloso proceso de elaboración. Llevamos un estricto control de nuestros animales, desde su nacimiento hasta el momento del sacrificio, proporcionándoles en cada fase la alimentación y cuidados específicos a su edad.
Nuestros animales son sometidos a continuos y estrictos controles sanitarios durante su vida, su dieta se compone de productos naturales en sus diversas formas (según el animal).
Estos factores se traducen en unos animales sanos y rebosantes de vitalidad.
Una vez han alcanzado el peso y madurez deseadas, procedemos a la fase del sacrificio, este punto es muy importante, en Jamones Almoharín evitamos al máximo el sufrimiento del animal, y el sacrificio se realiza con todas las garantías sanitarias y con maquinaría de última tecnología, este factor transfiere un plus de calidad a nuestros productos, a la vez que se evitan posibles contaminaciones en el proceso.
Una vez sacrificado el animal se procede al despiece, selección de carnes y procesado de los diferentes productos del Cerdo Ibérico.
En la fábrica de Jamones Almoharín, el despiece se ejecuta con las máximas condiciones de higiene y con la participación del personal más especializado y cualificado. Es en este momento en el que se produce el corte del jamón y la paleta, y se procede también a la selección y preparado de las carnes con destino al morcón, lomos, chorizos y demás productos.
Una vez obtenidas las piezas después del faenado, se efectúa el pulido del jamón y la paleta, y a continuación se las refrigera durante 24 horas a cero grados en cámaras, se les recorta en forma de V, y se les da un golpe de frío para bajar la temperatura de la pieza, que estará lista para la siguiente fase.
El salado, consiste en poner el jamón y las paletas en sal para que esta penetre en su interior. Este proceso se realiza en pilas de sal, y manteniéndolas en las mismas durante un período de tiempo variable en la proporción aproximada de un día por kilogramo de peso.
Es así como en Jamones Almoharín elaboramos unos productos ibéricos de calidad contrastada y avalada por todos los órganos, entidades y consejos reguladores, que determinan los niveles de calidad requeridos a los diferentes productos del cerdo Ibérico.
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